Invitados de boda.

Una de las tareas más arduas para los novios es crear la lista de invitados de boda.

Esta dependerá mucho del tipo de ceremonia que quieran y por supuesto, del presupuesto, pues gran parte de éste dependerá de la cantidad de personas que inviten a la boda.

Si tienen un amplio presupuesto y quieren una boda grande donde invitarán a todos sus familiares, amigos, conocidos, colegas, compañeros de la básica, vecinos y hasta exparejas, pues no tendrán problema.

Lo complicado es si quieren una ceremonia más privada donde tendrán que reducir la lista de invitados.
Acá viene la parte difícil y discutible.

En este proceso deben tener en cuenta los deseos de ambos y lo que realmente quieren ustedes, ya que al fin y al cabo es su boda, no la de sus padres.

 ¿Qué tipo de boda quieren?

¿Boda exótica en isla de pascua?  ¿Boda en el campo con todos los familiares? ¿Reunión íntima frente a la playa?

Lo primero que tenemos que determinar es qué tipo de ceremonia vamos a querer.

Independientemente de que usted no haya planificado su boda desde que era una niña (aunque tal vez sí, pues ser romántica no tiene nada de malo, al contrario) tendrá una visión más menos de cómo quiere que sea su boda.

En este punto es importante no cerrarnos con un único punto de vida, será la vida misma quien se encargue de señalarlos el camino y plantearlos las respuestas, pues no exista una respuesta abstracta a “cómo tiene que ser la boda ideal”, dependerá en gran parte de sus deseos y de cómo quieren que sea esta experiencia.

El cómo quieren que sea su boda puede cambiar, es normal, el cambio es una constante en nuestras vidas, lo que importa es la experiencia final, es este acto donde sellan sus destinos y comienzan a escribir su historia.

 

El borrador de Boda.

En un borrador anoten según su prioridad a todas las personas que están considerando invitar a la boda.

En nuestro primer borrador, seleccionaremos nuestros “no negociables” aquellas personas que consideramos las más importantes.

Cuando nos referimos a los más importantes hablamos de aquellas personas que si no estuvieran, la boda no sería lo mismo, aquellas personas que realmente se alegran de que decidan unir sus vidas, los de siempre, los infaltables, esos amigos que son familia o esos familiares por los que uno da gracias al destino.

Podemos crear una segunda lista con personas que consideramos importante

Finalmente una tercera lista con aquellas personas no tan fundamentales, como esa tía lejana o ese gran amigo del colegio del que se separaron hace diez años.

Si bien puede parecer “insensible” calificar a la gente según su importancia, este paso es importante, porque al fin y al cabo es su boda y no tienen presupuesto para invitar a todo el mundo.

Convérselo con sus padres y suegros.

Después de escoger quiénes son las personas que invitarán a la boda, convérselo con sus padres y suegros.

Seguramente si éstos los están ayudando económicamente con la boda o si directamente la están pagando ellos, van a querer tener una participación, si es que no adueñarse de la lista de boda.

En este punto que puede ser tenso y dar orígenes a discusiones lo importante es ser lo más honesto posible, no queremos que el día más importante de sus vidas se transforme en un evento de relaciones públicas para los socios de su suegro, ni un encuentro familiar donde los protagonistas no sean ustedes ni sus deseos.

Si tienen familiares viviendo en el extranjero que no puede asistir a la boda, pueden enviarles un presente como una foto con una dedicatoria escrita a mano para no hacerles sentir olvidados.

La boda se trata de lo que ustedes quieren.

¿Invito a toda la oficina la boda? y ¿Qué pasa con mis primos o tías?

En normal que algunas personas puedan sentirse ofendidas si no las invitan a su boda, pero ellas también tendrán que entender.

Acá nuevamente apelamos a la honestidad

Seguramente en la oficina hay algún compañero de trabajo que más que colega es un amigo de verdad y estará en la lista A de los invitados, al igual que algún primo al que suelen ver el fin de semana, pero no así a los otros primos.

La idea es que nadie se sienta ofendido, para ello ser sincero y explicarles de que el presupuesto es limitado y uno invitará a aquellas personas con quienes tiene un lazo más fuerte, puede que en la universidad haya tenido un grupo de grandes amigos con los cuales ya ni me hablo ¿será realmente necesarios invitarlos si sus vidas tomaron rumbos distintos?

¿Invitados con acompañantes?

Seguramente tendrán amigos solteros, ¿es necesario que lleven acompañantes? pues, no necesariamente.

Una manera bastante práctica de solucionar esto, es sentar a las personas solteras en una mesa, de esta forma podrán hacerse compañía durante la ceremonia

Esto hará que se reduzca el número de acompañantes y que puedan cumplir con su presupuesto, deje en claro esto al momento de realizar las invitaciones, lo mismo aplica a los niños en el matrimonio. (Ver acá para más información)

La prueba final antes de enviar las invitaciones.

Ya seleccionamos a todos los invitados de bodas, lo hablamos con los padres, con los suegros y estamos listos para enviar las invitaciones, ¿Queda alguna duda?

Les dejamos un par de preguntas para que reflexionen en torno a ellas

¿Has visto a esta persona en el transcurso del último año?, sino fuera por la boda ¿Lo verían el próximo año?, si él no te invitará a su boda ¿Te sentirías ofendido?

Como lo mencionábamos en el punto 3 , muchas veces nuestras vidas toman caminos distintos, hay amigos que siempre tendrán un lugar para nosotros en nuestro corazón y que al recordarlos se dibuje una sonrisa en nuestro rostro, al fin y al cabo la vida son el cúmulo de experiencias que vamos dejando a medida que el tiempo avanza, pero su boda se trata del ahora, es inevitable la nostalgia, pero si a su mejor amiga de infancia no la ven hace diez años ni esperan volver a verla, quizás una foto con un recuerdo para saber que se acuerdan de ella esté bien, a ella le hará sentir bien y aunque no pudo estar se sentirá feliz.

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